Comprensión del incidente
La superación de los retos durante el buceo
Estuve a punto de perder la vida en dos ocasiones. Una de ellas fue una experiencia, en que estuve a punto de ahogarme, cuando tres amigos y yo, fuimos a bucear en las agitadas aguas de Dwejra, en Gozo (Malta), y la otra, durante una inmersión nocturna, en Galápagos.
En ambas ocasiones, hubo un comportamiento inapropiado por mi parte y no tomé las precauciones necesarias. En aquel entonces yo era, sin duda, más joven y más ingenuo – siempre pensando en que nunca te va a pasar nada o, en caso de suceder, que siempre me saldría con la mía. Afortunadamente, no tuve que pagar el precio más alto.
HIPERVENTILANDO EN EL AGUA: APUNTO DE AHOGARME EN MAR AGITADO
Junto con dos amigos míos, decidimos bucear en la laguna marina de Dwejra, en Gozo. Fue la cosa más loca que podíamos hacer: las olas rompían a través de ese paso estrecho, chocando contra el techo, pero habíamos buceado allí la semana anterior y pensamos que estaríamos bien.
Cuando finalmente llegamos a las rocas, la situación estaba mucho peor de lo que habíamos imaginado. El agua estaba entrando a través del estrecho paso, por dónde tuvimos también que pasar, y luego salir, a una velocidad tan intensa que, literalmente, nos aspiró.
Todo sucedió muy rápido. Recuerdo que no podía ver más allá de mi mano, mientras estaba siendo zarandeado de un lado a otro. Tardamos unos 10 minutos en logra salir al azul, a través del túnel. Cuando por fin lo logramos, nos dimos cuenta de la mala decisión que habíamos tenido aquel día yendo a ese lugar.
"Cuanto más sepas antes de la inmersión, más fácil es prever lo que puede salir mal."
Estaba guiando a los otros dos amigos e inmediatamente decidimos regresar. Me detuve a esperarles, para alcanzar la superficie juntos, pero la mala suerte hizo que una ola rompiese, literalmente, sobre mí, lanzándome hacia el otro lado de la laguna, arrancándome la máscara y el regulador. Mi tanque quedó encajado en una grieta y yo empecé a hiperventilar agua. Afortunadamente, no me golpeé la cabeza, pero vi desfilar mi infancia entera ante mí, y entonces supe que me estaba ahogando, que me estaba muriendo.
Instintivamente, alcancé mi regulador, que colgaba a un costado y empecé a tratar de respirar de nuevo. arreglándomelas para salir de dónde me encontraba atascado y alcanzar la superficie. A continuación, me llevaron al hospital, donde me revisaron. Mirando hacia atrás, me dí cuenta de la gran suerte que tuve de tener la experiencia necesaria, que me hizo reaccionar adecuadamente.
Es más fácil saber qué se puede esperar cuando se bucea en una zona que nos es familiar. Si buceas en un entorno completamente nuevo, entonces necesitas tomar precauciones complementarias, incluso haciendo preguntas básicas para asegurarte de que eres completamente consciente de las condiciones meteorológicas y del mar.
CONSEJO A LOS BUCEADORES
Cuanto más sepas antes de la inmersión, más fácil es prever lo que puede salir mal.
Mi consejo para los buceadores es: 1. Conócete a ti mismo. 2. Conoce tu equipo. 3. Conoce la zona. Toma todas las precauciones necesarias y nunca, nunca pienses que estás a punto de hacer una pregunta estúpida. En caso de duda, pregunta. Es mejor bucear con sensación de seguridad, que sentirte indefenso en una situación de crisis. No des nada por sentado.
Lee más sobre la experiencia de Kurt Arrigo en Galapagos.