Buceo POP
Buceo POP : cuando loe héroes de papel bucean
Estamos en 1952, y todavía faltan cinco años para el estreno de ''El mundo del silencio", la galardonada película de Jacques Cousteau y Louis Malle, pero el buceo y el mundo subacuático ya estimulan la fantasía de George Shed quién, entre otros, es el creador de Capitan America. De su trabajo a lápiz, Marlin Keel vuelve a la vida, un rubio y gallardo oceanógrafo; el primer héroe del buceo, tal vez el primero en usar una máscara y aletas, además del casco y la escafandra habitual de submarinista.
Las tiras salen en Sunday Comic Strip en 1952, pero es quizás demasiado pronto para un público que piensa que el buceo es una actividad destinada solo a profesionales y unidades de las fuerzas especiales de la Armada. Marlin Keel desaparece en 1954. El buceo en papel tendrá que esperar hasta 1956 y contentarse con episodios esporádicos de Fightin’ Navy, Charlton Comics Group y Marvel's Navy Combat, historias ambientadas durante la reciente Guerra Mundial.
EL BOOM
Coincide con los años de 1960 a 1962. La película Thunderball de 007 aún no está disponible, pero los autores de cómics ya saben lo que está sucediendo. Los documentales de buceo van en aumento. Máscaras, aletas, tanques y aparatos de respiración garantizan una libertad de movimiento sin precedentes. El primer equipo de buceo para buzos recreativos hace su aparición en tiendas de pesca y artículos marinos. El buceo emerge en el imaginario colectivo y llama a la puerta de las mentes creativas. El 'Y si…', chispa primigenia de cualquier serie de ficción, encuentra su punto de apoyo en la curiosidad colectiva, en la experiencia submarina que ha llegado a ser accesible para un público más amplio. El buceo irrumpe en los cómics de aventuras y de Disney.
De Mandrake a Tom y Jerry, de Johnny Hazard a Donald Duck, en 1962 prácticamente todos los personajes famosos bucean con máscaras y aparatos de respiración. Nadie quiere mantenerse seco y perdérselo.
LOS HÉROES
En el mismo año, los primeros héroes de buceo cobran vida con sus series dedicadas.
Dell Comics, inspirándose en una exitosa serie de televisión para niños, publica Diver Dan, un héroe cuya configuración sigue siendo la de un buceador de aguas profundas, pero serán los hombres rana quienes dejarán una marca en los corazones de lectores y coleccionistas. Los héroes son Steve Randall y Jim Collins, investigadores subacuáticos y ex buceadores de la Armada, veteranos de la Segunda Guerra Mundial, que enfrentan misterios y crímenes que resolver en el fondo del mar.
Varios autores publican tiras en cuatro colores, a 15 céntavos por copia, nuevamente para Dell Comics. El sector de las historias de guerra siempre es prolífico.
BUDDY CHECK
El equipo de buceo, excepto en historietas dedicadas, es casi siempre una fuente de preocupación. Los patos y otros ídolos favoritos de los niños, se zambullen con globos transparentes que recuerdan a una pecera para peces de colores, las latiguillos de los reguladores van y vienen, y los BCD, incluso en los años 80 y 90, permanecen más o menos desconocidos. Accesorios indispensables son, en cambio, hachas, cuchillos, arpones, fusiles y minas.
AMBIENTALMENTE HOSTIL
Tiburones desmembrados, calamares gigantes estallados, ballenas asesinas. Las criaturas marinas son consideradas como monstruos espaciales. En ese ambiente hostil, el enemigo no es la inobservancia de las tablas de buceo, sino sus misteriosos habitantes. Un aplauso va al cómic sexy que pertenece a una tendencia que no es de terror: el mar como una alcoba, corales como manteles de encaje en un restaurante romántico, así como a los patos que neutralizan a un calamar gigante voraz con un barril de pimienta.
EL LEGADO
En los años 60 y 70, los que buceaban, si no eran patos o gatos, eran héroes, aventureros capaces de enfrentar riesgos mortales antes del desayuno. Hoy en día, cualquier persona que desee completar un corto curso de buceo puede sumergirse, trayendo consigo las dudas y la ironía de los personajes de Peanuts. Los cómics de buceo se reducen a algunas tiras y dibujos animados; en la era de los nichos comerciales y las especialidades, se convierten en artículo para los buceadores.
Desde la tira en la columna Beachcomber, en Diver, hasta Sherman's Lagoon, los personajes, en la mayoría de las veces, son peces y criaturas de aguas profundas que comentan nuestra presencia en sus propios hogares, o buceadores que enfrentan situaciones surrealistas y con sus neurosis.
- Imágenes cortesía de la editorial La Mandragora