Buceo POP

Buceo POP : El Gran Azul

INFORMACIÓN SOBRE LOS ANTECEDENTES Y LOS HECHOS

En los años 60 y 70, los campeones mundiales de apnea Jaques Mayol y Enzo Maiorca se enfrentan entre sí en el azul, superando los récords del otro. Sus actuaciones dejan a los expertos médicos de aquellos tiempos sin palabras, y llevan el buceo en apnea a la atención del gran público. Es Mayol, el francés, quien finalmente prevalece sobre el italiano, convirtiéndose en el primer apneista que supera los 100 metros de profundidad. Y es, precisamente, alrededor de Mayol, considerado el padre de la apnea moderna, que en 1987, el director francés de cine Luc Besson crea su primera película de culto, Le Grand Bleu.

LA PELÍCULA

El Azul es tan vasto y ensoñador, que podría envolver el inconsciente colectivo de cualquier ser vivo, desde el hombre hasta las bacterias. Un fuerte sentido surrealista impregna la película, desde el sueño de Mayol (Jean-Marc Barr) hasta la máscara de Enzo (Maiorca es interpretado por un destacado Jean Reno), pasando por la escena de la bebida con el atuendo vespertino, en el fondo de la piscina. Rodada al más puro estilo de Besson, casi todos los personajes son caricaturescos, entre ellos Rosanna Arquette, que a veces se mueve como un títere, así como los italianos y los jueces del campeonato. En el mar, sin embargo, las cosas se ponen serias, los cuerpos se hiperventilan, bajan, suben, bailan. Bailan con delfines. Es especialmente un etéreo Barr-Jaques Mayol quien baila; en la película, como en la vida real, fue el primero en mostrar las similitudes fisiológicas entre el hombre y el delfín. Mayol sienta las bases para la exploración científica del fenómeno de la migración de la sangre y de la apnea moderna.

La trama se toma ciertas licencias artísticas con las fechas, figuras, personajes y eventos: ninguno alcanzó los 122 metros en la vida real. Jaques Mayol y Enzo Maiorca, de hecho, rompieron los récords del otro durante un período de tiempo mucho más largo, y casi nunca durante el mismo campeonato.

Pero El Gran Azul es una película que, a parte de la trama, no se excede en el uso de la licencia artística sino, por el contrario, eventos, escenas y configuraciones, coinciden hábilmente con la realidad técnica y fisiológica de la época. Los buceadores de apoyo, a distintas profundidades, muestran la configuración adecuada de los equipos, y se menciona los 60 metros como el límite para el uso del aire como gas de fondo. Para apoyar a los apneístas más allá de esa profundidad, se debe usar trimix. El cable de descenso, el trineo y el globo de elevación son reales o extremadamente similares al equipo utilizado en los años 80.

EL LEGADO

Las personas que conforman la audiencia de Le Grand Bleu son o buceadores o a punto de serlo. Besson esparce aquí y allá algunas joyas para aficionados y cebos para novatos, en una película que muestra el mundo del buceo en 360 grados. Una de las primeras escenas es un rescate en las entrañas de un naufragio. Verdaderamente inolvidable también es la inmersión bajo el hielo en Perú, y ¿qué hay de la escena a bordo de una campana de buceo con los personajes que hablan como el Pato Donald, por respirar helio? ¿Y el baño nocturno, en una bahía, jugando con delfines? Todas las escenas son capaces de capturar a los no seguidores como una red, y de hacer soñar, en múltiples ocasiones, a los que ya son buceadores. Se ama o se odia; definitivamente es una película de culto para cualquiera que perciba el azul del océano como un espejo de nuestro profundo espacio interior, etapa de antiguas relaciones entre el hombre y sus criaturas.

FRASES FAMOSAS

“Roberto: ¡mis aletas!" La primera frase pronunciada por Jean Reno, en" pseudo-italiano "en la versión original; está tan mal que se ha convertido en un meme.

"Esta es mi familia" – dice Jaques mostrando a Rosanna Arquette una foto de delfines, que guarda en su cartera.

HECHOS DIVETIDOS

• El actor elegido en primer lugar para el papel de Mayol fue Christophe Lambert, pero después de las primeras inmersiones, una infección en el oído obligó a Lambert a abandonar el rodaje.
• Luc Besson es buceador, hijo de dos instructores de buceo del Club Med. Dijo que dejó de bucear cuando tenía 17 años debido a un incidente no especificado.
• La película se filmó en lugares de ensueño: Íos y Amorgos (Islas Cícladas), Taormina (Sicilia), La Raya (Perú), Cannes y Antibes (Costa Azul) y San Juan (Islas Vírgenes).
• El pecio de la escena del rescate es el Olympia, todavía varado en Liveros Bay, en la isla de Amorgos.
• Besson presentó su proyecto a Jacques Mayol en Marsella en 1983, quién participó en la última parte del guión.

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