En la Cámara
Estos son los síntomas que probablemente podrás sentir si buceas demasiado profundo o utilizas el gas inapropiado . No hace falta decir que no sería una buena experiencia de buceo, por no decir francamente peligrosa. Por suerte, no estamos en una inmersión real sino en la seguridad de la cámara de descompresión del hospital de la Universidad de Ulleval, en Oslo.
Entorno seguro
Nunca he buceado a -60 m., ni con aire ni con cualquier otra mezcla – y no voy a tratar de hacerlo después de esta experiencia, excepto, quizá, con trimix. Para aquellos que quieren convertirse en buceadores de profundidad, una inmersión en una cámara de descompresión es, sin duda, un toque de atención. Si tu cuerpo funciona así de mal en profundidad, en un ambiente cálido y seguro, ¿cómo vas a controlar lo que te sucede cuando estás en tensión, tienes frío, con mala visibilidad y con corriente? Por mi parte, prefiero seguir ignorándolo. Para aquellos que quieren sentir la llamada de las profundidades, la tienda de buceo Dykkersport, con sede en Oslo, organiza inmersiones en la cámara hiperbárica del hospital universitario Ullevål. Me sorprendió su visita: la estancia estaba llena de gente y dispusimos de 3 turnos para que todos pudiéramos experimentar la profundidad y los efectos de respirar aire a alta presión y la narcosis por nitrógeno.
Tratamiento para salvar vidas
La cámara de descompresión de Ullevål está operada por el departamento de bomberos local, y tres de sus buzos de rescate estuvieron presentes para servir de “tenders” (la persona responsable dentro de la cámara cuando se está presurizado). La cámara fue inaugurada en 1981, y desde entonces se vienen realizando alrededor de unos 50 tratamientos anuales. Aproximadamente la mitad de éstos pertenecen a los diferentes tipos de tratamientos médicos en pacientes normales, y el resto corresponden a buceadores que han sufrido algún tipo de accidente (enfermedad descompresiva, ED). La mayoría de las veces, los buceadores ingresan en la cámara como medida de precaución, pero a veces se trata de una emergencia grave y el tratamiento es para salvar vidas o, muy importante también, para evitar secuelas graves tras haber sufrido un accidente de descompresión.
Borracho como una cuba
Afortunadamente, nuestra “inmersión” en la cámara es sólo excitante, y nadie tiene que preocuparse por una ED. Se escucha un silbido cuando el aire comprimido es bombeado dentro de la cámara y la presión en los oídos es súbita y persistente. ¡Compensar inmediatamente deviene una necesidad! El operador de la cámara nos baja a -3m para que todo el mundo pueda equilibrar senos y oídos para la inmersión, y luego nos desciende a -60 m. en tan sólo 2-3 minutos. Me sentía como si estuviera en una montaña rusa, viendo la parte superior de la pista cada vez más cerca … a sabiendas de que hay una caída al otro lado. ¡Emocionante! Durante el descenso puedes sentir como la narcosis de nitrógeno va tomando diferentes aspectos pero es cuando llegas al fondo (por así decirlo) cuando los efectos del aire y la profundidad te golpean: es difícil respirar el aire, que es siete veces más denso que en la superficie, y se percibe más como un líquido claro. ¡Cuando haces señas con la mano a través del aire es cuando notas realmente la densidad! Al principio me sentía muy bien, pero cuando intenté girar la cabeza para mirar el tipo de al lado, simplemente sentí que todo seguía girando. Estoy mareado, descompensado y totalmente incapaz de pensar con claridad. ¡Cuánto me alegro de no estar en el agua!La presión también afecta a las cuerdas vocales, y en el momento de hablar uenan como las del pato Donald. La risa se contagia rápidamente por toda la cámara, dando lugar a más risa porque suena totalmente ridículo. Sin embargo, mientras tratamos de analizar cómo nos sentimos, os síntomas de la grave intoxicación (extremidades entumecidas, mareos y total falta de coordinación), se difuminan en una cascada de risas de dibujos animados. ¡Estamos completamente perdidos! La fiesta continúa mientras las notas de la canción “Yellow submarine”, de Los Beatles, resuena por toda la cámara.
Cuando va en serio…
Si un buceador ha sufrido un accidente y necesita recompresión, la profundidad es, naturalmente, menor que 60 m. Un tratamiento normal de recompresión se lleva a cabo a -18 m. de profundidad y puede durar desde unas pocas horas a varios días de tratamiento repetido, dependiendo de la gravedad de la situación. La atmósfera dentro de la cámara rápidamente de vuelve húmeda, densa y muy caliente, y sólo puedo imaginar la tensión a la que se verá sometido un paciente real que, además, deberá soportar todas esas molestias. No sé si tendría miedo a morir o aliviado de estar en la cámara… quizás un poco de ambas cosas. Tendría miedo de las consecuencias de una ED, pero aliviado de estar bajo tratamiento y atendido por profesionales experimentados. De todos modos, no es una situación en la que quiera estar ni deseo que nadie tenga que experimentar. Definitivamente voy a tener esto en cuenta en mis futura inmersiones, sobre todo cuando el demonio de las profundiades está tratando de atraerme hacia abajo para realizar una visita a su reino.
Descompresión lenta
Después de unos cinco minutos en el fondo, el operador nos lleva de nuevo hasta -18 metros de profundidad. Estamos haciendo el ascenso a una velocidad de 9m/min y la temperatura está bajando drásticamente. La humedad del aire se condensa en forma de grandes nubes grandes, y la superficie en el interior de la cámara rezuma humedad. La diversión ha terminado, y ahora estamos pagando el precio por nuestros cinco minutos en las profundidades. Estamos siendo descomprimidos en varias etapas durante el regreso a la superficie: 5 minutos a -18m, 5 minutos a -15m, 5 minutos a -12m. Estamos a la espera. El tiempo pasa lentamente, y estamos empezando a sentirnos “normales” otra vez. A los -12,-15 m. alguien hace por última vez la voz del Pato Donald y me alegro de que no hablemos mucho en las inmersiones normales, ya que me reiría mentalmente tan pronto pasáramos por debajo de los -20 m. La sparadas de descompresión más largas se realizan a los -9 y -6 metros. Estamos haciendo un total de 10 minutos a cada cota y en dichas paradas nos hacen respirar oxígeno puro mediante un BIBS (sistema respiratorio compacto), una especia de máscara unipersonal que cuelgan del techo . Esto no se hace tan sólo para acortar el tiempo de descompresión sino para aumentar la seguridad.
Cansancio estomacal post-inmersión
Finalmente, la descompresión ha terminado y podemos abandonar los estrechos confines de la cámara hiperbárica. Nos duele el estómago, pero sólo es a consecuencia de las carcajadas y no tiene nada que ver con la profundidad o la descompresión. Fue una inmersión divertida, y una buena experiencia de aprendizaje. Espero que después de la experiencia, todos nosotros tengamos más respeto a la profundidad y al buceo profundo con aire. Cuando abandono el hospital, una helicóptero medicalizado aterriza en el tejado. Los médicos y las enfermeras están en espera, listos para afrontar un nuevo desafío. Esto va en serio, se trata de una situación real. Sólo espero que no se trate de un accidente de buceo.
Sobre el autor:
Christian Skauge es un reputado campeón nórdico de fotografía submarina, ganador de varios concursos de fotografía nacionales e internacionales. Trabajó como editor de la revista noruega de buceo Dykking y sus relatos se han publicado en todo el mundo.
Si quieres ver más imágenes tomadas por Christian: www.scubapixel.com.