El Buceo con Compañero y la ED:

Un buceo en las claras aguas de la parte superior del Adriático, para explorar viejas reliquias sumergidas: ese era el atractivo plan de cuatro amigos húngaros que en mayo pasado planearon para pasar un fin de semana de diversión y relax en Croacia.

Todos son relativamente jóvenes (entre 30 y 34 años) y en forma; entre ellos, algunos buzos bastante experimentados: uno es incluso instructor.

Al día siguiente, con la intención de visitar los restos del naufragio

Baron Gautsch,los cuatro descienden a una profundidad de -38 metros. La inmersión es de corta duración, ya que el instructor se da cuenta de que tiene una vía de agua en su traje seco y está arriesgando una hipotermia. Tiene que interrumpir la inmersión. En primavera y a esa profundidad, la temperatura del agua es de unos 10ºC. Su amigo, equipado con un traje de dos piezas traje de 7 mm, lo ayuda a regresar hacia la superficie, seguidos por los otros dos amigos. Todos disponen de suficiente aire para respetar las paradas de descompresión necesarias.
Según sus cálculos y a pesar de la emergencia, ascienden lentamente. Llegan a la superfície sin problemas y sin ningún síntoma. De hecho, 3 horas después de finalizar la inmersión, emprenden el regreso a Hungríao, un viaje de 500 kilometros. Ahí es donde empezaron los problemas. Tan pronto como el vehículo empieza a subir por las carreteras de las montañas, el hombre que había arriesgado la hipotermia empieza a sentirse mal: ascender a grandes alturas después de una inmersión puede, de hecho, desencadenar una ED. Sufre vértigos, dolores en los hombros y se siente débil. Incluso su compañero, que lo había ayudado, presenta los mismos síntomas, aunque menos acusados. El grupo decide continuar el regreso (Hungría no queda ya lejos), pero deciden llamar a la línea de emergencia nacional de DAN. El operador, una vez comprobado que están cubiertos por la póliza DAN Silver Sport, alerta inmediatamente a la cámara hiperbárica más cercana. Mientras tanto, las condiciones de los dos amigos empeoran. Afortunadamente, ¡tenían a los otros amigos para conducir! A su llegada a Hungría, a los dos hombres se les visitó de inmediato. El primero estaba semi-inconsciente, con cutis marmorata en el estómago y en el pecho, presentando graves síntomas neurológicos tales como extrema fatiga, vértigo, reflejos apagados y falta de coordinación y equilibrio. El diagnóstico es obvio: enfermedad descompresiva, que requiere tratamiento urgente: se le aplicará una Tabla 6 de la US Navy. Fueron necesarios más de 6 largos días y varias sesiones de cámara para que los síntomas desaparecieran por completo.
También hay mejoras visibles para su amigo, que tiene similares síntomas de ED: cutis marmorata en el torso y hombros, comezón, cansancio, dolor de cabeza y dolor en las piernas. También se trató con una Tabla 6 pero con un período más corto. Los otros dos amigos se sienten un poco cansados, pero no necesitan ninguna sesión en la cámara: es suficiente respirar oxígeno puro para hacer que se sientan mejor. A pesar de que todo ha ido bien al final del día, todavía queda el coste del incidente: más de 5.000€ para el primer paciente y casi 4.000 € para su amigo. El instructor accidentado también tiene suerte, ya que se encontraba practicando una inmersión con afán
recreativo; de lo contrario, sólo un seguro con el plan Pro le hubiera servido, ya que cubre cualquier tipo de formación de buceo, incluído el buceo técnico, sin límite de profundidad.

Para saber más:

La Ley del Buen Samaritano” en Europe Una de las primeras reglas del buceo es no bucear nunca solo. Un compañero de buceo no es sólo para compartir diversión y experiencias, sino también para incrementar la atención y la  ooperación para evitar posibles riesgos. Un dicho muy conocido entre buceadores es “tu compañero de buceo es la cosa más importante que llevas al agua contigo”. En el caso de una emergencia, estar sólo podría ser fatal.
Por otro lado, una de las preguntas más frecuentes que nos plantean nuestros afiliados es: si presto ayuda a otro buceador en dificultades y le causo alguna lesión al tratar de reanimarlo, ¿podría ser considerado legalmente responsable? Para acabar con estas dudas, ponemos a disposición de todos un artículo muy útil escrito por los juristas de la Red Legal de DAN, acerca de la “Ley del Buen Samaritano” y su aplicación en los diferentes países europeos.

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