Buceador preparado
Cuidado del equipo de buceo – El técnico de servicio
En esta última parte de la serie de cuatro artículos, hablamos del papel del técnico de mantenimiento. Un técnico está especialmente formado y certificado para realizar el mantenimiento de tu equipo de buceo.
El manual del usuario
El equipo que has comprado viene con un manual de usuario. Puede ser una versión impresa, o un medio digital en el sitio web del fabricante. Lo sé, estamos aquí para bucear, no para leer, pero este manual tiene información importante. En él se especifica cómo cuidar el equipo y se explica cuándo es necesario hacerle el mantenimiento para que la garantía siga siendo válida. Algunos fabricantes tienen requisitos específicos que debes conocer.
El técnico de servicio
Esta increíble persona ha seguido una formación específica con uno o varios fabricantes y está autorizado como una especie de médico para intervenir en tu equipo de buceo. Lo desmontará, cambiará las piezas defectuosas o rotas, volverá a montar la unidad y la restaurará para que funcione. Los técnicos de servicio suelen trabajar para una tienda de buceo. Es posible que no puedan reparar los equipos de todos los fabricantes, pero siempre podrán indicarte a quién acudir en caso de que no puedan reparar el tuyo.
Algunos de vosotros podéis ser técnicos de servicio, pero la mayoría no lo es. Para evitar cualquier confusión, aquí hay algunas pautas para determinar si lo eres o no.
Tu no eres un técnico de servicio si:
- No sabes montar y desmontar tu equipo.
- Crees que sabes cómo reparar el equipo pero no tienes ninguna formación del fabricante.
- Solucionas los problemas con cinta americana.
- No tienes las herramientas ni los repuestos adecuados.
- No tienes un certificado de técnico de mantenimiento válido, del fabricante.
Si uno o más de los casos anteriores se te aplican, no realices el mantenimiento del equipo de buceo y déjalo en manos de los profesionales.
Mantenimiento periódico
La mayoría de la gente piensa que los reguladores deben ser revisados una vez al año. Te sorprenderá saber que no siempre es así. Los calendarios de mantenimiento están descritos en el manual del usuario. La mayoría de los fabricantes exigen un mantenimiento anual, pero algunos utilizan un intervalo de tiempo más largo. Y no se trata sólo del tiempo, sino también de la frecuencia de uso del regulador. El manual puede decir que tu equipo necesita un servicio anual, o cada 100 inmersiones u horas de buceo, lo que ocurra primero.
Aunque no hay requisitos de mantenimiento periódico para un traje de neopreno o una simple máscara, las máscaras faciales integradas de buceo, los trajes secos y los chalecos son otra cosa. Consulta el manual para ver si tu equipo necesita un mantenimiento periódico y sigue las directrices del fabricante.
Como son recipientes a presión, las botellas requieren superar pruebas visuales e hidrostáticas; las leyes nacionales especifican los intervalos exactos de mantenimiento. No olvides que la misma ley se aplica a las botellas tipo pony y a los cilindros de gas respirable de repuesto. También cabe mencionar que la sustitución de las griferías debe realizarla un técnico. Es sencillo, pero eso no significa que debas hacerlo tu mismo. Las roscas y las griferías pueden dañarse como resultado de un desmontaje y montaje inadecuados. Por último, si tu cilindro cae sobre su grifería, hazlo revisar por un técnico, ya que la grifería o las roscas podrían estar dañadas.
Llama al técnico
Imagínate que has encontrado un problema que no has podido solucionar tu mismo, por ejemplo, la sustitución de una pequeña junta tórica en una conexión de un latiguillo de baja presión. Si no sabes cómo hacerlo, no estás capacitado o no tienes las herramientas adecuadas, debes llevarlo a un técnico. Si no usas las herramientas adecuadas, puedes dañarlo.
Es posible que haya que abrir una válvula con fugas (traje seco o chaleco) para limpiarla o que haya que sustituirla. En realidad, esto es relativamente fácil de hacer, pero, de nuevo, consulta el manual del usuario para ver si puedes hacerlo tu mismo. Cuando desmontemos componentes, como las válvulas de liberación de presión, o los sustituyamos, es posible que haya piezas como juntas tóricas o juntas que deban sustituirse antes de volver a montarlas. Asegúrate también de que los componentes que sustituyes sean del mismo fabricante que el antiguo.
El MacGyver-Sub del bricolaje
Ten cuidado con este tipo de técnicos. Afortunadamente, son fáciles de reconocer. ¿Se te rompe algo cuando estás a punto de entrar en el agua y no tiene repuestos? No te preocupes; aquí viene con cuerdas, cordones, bridas y cinta aislante. Nada es demasiado difícil para él. Si tu traje seco o BCD sigue inflándose, te sugerirá que desconectes la manguera cuando no sea necesario. Hará todo lo que esté en su mano para salvar tu inmersión. Todo parece demasiado bueno para ser verdad, hasta que descubres que el problema no se soluciona y acabas teniendo una emergencia. Llévate repuestos en cada viaje de buceo, pero también sé responsable: suspende la inmersión si no puedes arreglar un problema.
¿Tienes un centro de buceo y haces el mantenimiento tú mismo?
Eso está bien, si estás capacitado y certificado para ello. Si no, tienes un problema de seguridad y responsabilidad. Y recuerda que el equipo del centro de buceo se utiliza con frecuencia, a veces a diario. Eso significa que el servicio tendrá que hacerse con más frecuencia.
Mantenimiento adecuado
Cuando tu equipo es revisado por un técnico certificado, normalmente te entregan las piezas viejas o rotas. Es la forma en que el profesional demuestra que ha revisado y reparado tu equipo. También deberías conseguir un certificado de mantenimiento que demuestre que el servicio o la reparación fueron realizados por un técnico profesional. Por lo general, el certificado indica el tipo y la marca del artículo reparado y el número de serie. Esto evita preguntas cuando hay un problema, incluyendo posibles problemas de garantía.
Cómo mantener la salud de tu equipo
En esta serie hemos visto cómo debemos mantener el equipo de buceo en buen estado. Si quieres saber más, consulta con tu instructor o centro de buceo y pregunta si tienen cursos de especialización en equipos. Allí no sólo aprenderás más sobre el funcionamiento de tu equipo, sino también a mantenerlo en buen estado (y seguro).
El valor de tu vida y de tu equipo es demasiado alto como para subestimar la necesidad de un mantenimiento adecuado. El tiempo y la inversión necesarios para mantener tu equipo correctamente son relativamente pequeños y te garantizarán que puedas bucear con tranquilidad.