Bolsas de aire inesperadas

El Buceador

El bucedor, varón de 40 años de edad, con más de 1.500 inmersiones registradas, no tenía condiciones médicas conocidas y manifestó mantener un estilo de vida saludable. En los meses anteriores a este incidente, se sometió a varias endodoncias y a otra intervención dental importante. La semana anterior al incidente hizo varias inmersiones con descompresión en rebreather y usando un "scooter", sin ningún problema.

El Incidente

En la última inmersión de toda una serie, durante una semana, el buceador sintió una presión sorda momentánea y dolor en los dientes inferiores durante su descenso; no le dió importancia pues el dolor parecía desvanecerse mientras continuaba con la inmersión, hasta alcanzar una profundidad máxima de47 m. Cuando empezó a ascender, después de pasar 30 minutos a 41 m, experimentó súbitamente un fuerte dolor agudo en los mismos dientes. Después de ascender un par de metros adicionales, el buceador se dio cuenta de que varios empastes dentales se habían desprendido. Mientras continuaba su ascenso, dos empastes cedieron y salieron de sus dientes. Detuvo el ascenso durante unos minutos para serenarse y evaluar cómo llegar a la superficie de manera segura, antes de continuar.

Para evitar complicaciones y prevenir que los empastes pudieran afectar el buen funcionamiento del regulador de emergencia de su reciclador, decidió pasar a circuito abierto, respirando de su regulador de contingencia, y escupiendo los fragmentos de los empastes. A continuación, pasó otra vez al circuito cerrado para conservar el gas respirable. Su compañero de buceo estuvo muy atento y le ayudó con su "scooter" y carrete durante todo el ascenso. El buceador permaneció 10 minutos a –29 m para lidiar con el dolor insoportable que sentía a través de sus dientes inferiores, antes de proceder a un ascenso seguro hasta la superficie.

El Diagnóstico

Varios días después del incidente, el buceador acudió a su dentista, quien le sugirió que morder con demasiada dureza la boquilla del regulador había generado un dolor similar al causado por el bruxismo, el rechinar apretando los dientes. El diagnóstico por rayos X mostró que los empastes de amalgama (metal) en cinco de los dientes del buceador, estaban dañados o faltaban por completo. Unos empastes defectuosos puedieron haber permitido la entrada de aire entre el relleno y el diente, quedando atrapado. Durante el ascenso, el aire atrapado se expandió y creó presión contra las estructuras internas del diente, desencadenando el dolor dental y causando el desprendimiento de dos de los empastes.

El dentista reemplazó los empastes dañados, pero el buceador continuó experimentando dolor de dientes cuando buceaba. Buscó una segunda opinión de otro dentista, que identificó, mediante radiografías, que tenía problemas con los empastes de otros cuatro dientes y recomendó su sustitución. El buceador, una vez reemplazados esos empastes, volvió a bucear, esta vez sin experimentar ningún dolor. Este fue un caso de barodontalgia (dolor dental causada por un cambio en la presión ambiente) , también conocido como barotrauma dental.

Discusión

Cuando un buceador desciende en el agua, la presión ambiental aumenta en una atmósfera cada 10 m. de profundidad. Este cambio de presión afecta a las cavidades del cuerpo tales como los oídos y los senos mediante la creación de presiones desiguales entre la cavidad del cuerpo y el entorno ambiental. Esto se alivia mediante la compensación de la presión. Cuando un diente está dañado y restaurado de manera defectuosa o tiene una corona suelta, una grieta puede permitir que el aire entre en el espacio y quede atrapado durante la inmersión, sin posibilidad de ser compensado. El buceador puede experimentar dolor de dientes durante el descenso, cuando las bolsas de aire que existen bajo los empastes defectuosos se comprimen, o durante el ascenso, al expandirse el aire atrapado, puediendo llegar a romper los dientes o a aflojar o expulsar los empastes.

En este caso, el buceador tenía dolor de dientes durante el ascenso debido a obturaciones defectuosas, que los diagnósticos dentales posteriores confirmaron. El aspecto inusual de este caso fue que un total de hasta cinco dientes parecían haber sido afectados en la misma inmersión, y en dos de los cuales se confirmó haber perdido los empastes durante el buceo. La barodontalgia generalmente se origina por una mala salud oral, un mantenimiento dental descuidado y / o tratamientos dentales ineficaces. De los 347 casos totales de barotrauma que se informa en la edición del 2008 del Informe DAN Anual sobre Buceo, sólo dos casos fueron clasificados como barodontalgia. Aunque se considera un hecho poco habitual, la barodontalgia no debe ser desestimada, ya que puede dar lugar a potenciales riesgos de seguridad, tales como ascensos rápidos por alteraciones en el juicio durante una inmersión debido a un dolor severo.

Este caso, en el que un máximo de cinco dientes se vieron afectados por barodontalgia durante la misma inmersión, es extremo. Sin embargo, sirve como recordatorio de que la aptitud para bucear es integral e incluye la salud dental. No es necesario buscar un dentista con formación específica en medicina de buceo para los chequeos dentales; más bien, es importante visitar a un dentista de forma rutinaria y que ofrezca una atención de calidad para que podamos estar seguros de mantener una buena salud dental. La Federación Dental Internacional (FDI) aconseja que los buceadores se sometan a chequeos dentales regulares, y se abstengan de bucear (o volar en cabinas presurizadas) dentro de las 24 horas siguientes a cualquier tratamiento dental que haya requerido anestesia y a esperar siete días después de un procedimiento quirúrgico oral, antes de volver a bucear.

Los empastes son propensos a deteriorarse con el tiempo. Los exámenes dentales semestrales permiten al dentista inspeccionar los empastes existentes en busca de daños y detectar y tratar la caries dental en el momento oportuno. Al mantener una buena salud dental, los buceadores pueden evitar la barodontalgia y sonreír con facilidad después de bucear.

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